- Convento de la Concepción
- Convento de la Encarnación
- Iglesia del Convento del Carmen
- Convento del Espíritu Santo
- Convento de San Pedro
Convento de la Concepción
Siglos XVI y XVII. Orden de las Concepcionistas Franciscanas.
La fundación del convento de las Madres Concepcionistas se remonta a 1566.
La pesada horizontalidad de la fachada casi ciega de un extremo a otro, se rompe para permitir una espadaña construida de ladrillo de dos cuerpos y cuyas campanas son las más sonoras de la ciudad.
Su estructura corresponde al modelo conventual, con una sola nave, una de las más altas de Osuna, cubierta con bóveda de cañón y capilla mayor con un artesonado de madera decorado con motivos de lacería.
El retablo mayor se contrata en 1717 con Francisco María de Ceiba. Organizado con potentes estípites, presenta esculturas de la misma fecha que representan a San José, San Miguel, San Francisco y Santa Beatriz de Silva, esta última moderna. En la hornacina central aparece la Virgen con el Niño y en el ático San Joaquín, Santa Ana y la Coronación de la Virgen.
A través de su torno, es posible adquirir desde torrijas y roscos fritos hasta sus deliciosos bizcochos marroquíes.
Convento de la Encarnación
Abierto para visitas turísticas guiadas.
Este edificio se concluye en 1549 y su primitivo destino fue el de Hospital de la Encarnación del Hijo de Dios.
En 1612 lo ocuparon los jesuitas y en 1626 la IV Duquesa de Osuna, funda en el solar del antiguo hospital, el Monasterio que habían de regir las religiosas de la Real y Militar Orden de la Merced.
La fachada está realizada en ladrillo, enmarcándose el vano de entrada por pilastras y rematándose con un frontón partido.
El interior de la Iglesia es de una sola nave cubierta con bóveda de cañón con huecos. El retablo mayor es barroco, destacando en la hornacina principal una escultura de la Virgen de la Merced.
A través de la Iglesia accedemos al Patio: Este patio está rodeado por un zócalo de azulejos sevillanos del XVIII, donde se observan escenas bíblicas, los 5 sentidos, las 4 estaciones del año, motivos callejeros y monjas rezando en coro. También se observa escenas de montería y tauromaquia.
Gran parte del interior de la clausura se ha convertido en Museo, dispuesto en torno al claustro principal. El Museo está compuesto por 4 salas donde destacan una importante colección de Niños Jesús, piezas de orfebrería e importantes obras de imaginería.
De respostería, se pueden adquirir roscos, tortas, bollitos almendrados, bolas de coco, bocaditos colombianos, yemas de San Ramón (de almendra) y suspiros de ángel (de mazapán).
Iglesia del Convento del Carmen
S.XVI. Actual convento de los Padres Carmelitas. Entrada gratuita.
En 1606 el convento, donado por Don Juan Téllez Girón, es ocupado por la Orden Carmelita. La construcción de esta iglesia se debió iniciar a principios del XVI, ya que en su inacabada cabecera se hallan elementos góticos y renacentistas. Posteriormente, en el siglo XVIII, se reforman las naves y la portada. El interior del templo presenta tres naves montadas sobre pilares y cubierta con bóveda de cañón.
En el presbiterio se sitúa uno de los retablos más importantes del Renacimiento sevillano. Fechable en torno a 1588-1590, está compuesto de tres cuerpos, tres calles y cuatro intercolumnios. Las labores de arquitectura y tallas se atribuyen a Juan de Oviedo el Viejo y Diego de Velasco, destacando poderosamente el relieve del Noli me tangere. El camarín es un añadido posterior.
En el coro de la iglesia se conserva una interesante sillería procedente del convento de carmelitas calzados de Écija que puede fecharse a finales del siglo XVII. Tiene un total de 22 asientos, en cuyos respaldos aparecen representaciones pictóricas de santos carmelitas identificables por los rótulos que figuran en ellos.
Convento del Espíritu Santo
Antiguo convento de los Canónigos del Espíritu Santo. Su culto está atendido actualmente por las Hermanas de la Cruz.
Se tienen noticias del establecimiento del Espíritu Santo desde pocos años después de mediados el siglo XVI. Habitado por la congregación de canónigos, estos se encargaron del mantenimiento de la Casa de Expósitos hasta su exclaustración en el siglo XIX. Su culto está atendido desde 1939 por las Hermanas de la Cruz.
El convento ha sufrido significativas modificaciones a lo largo de su dilatada trayectoria, cambiando su inicial emplazamiento, en el Camino de Sevilla, a su actual ubicación. Las obras del nuevo convento se ejecutaron entre 1595 y 1616. La fisonomía que presenta hoy es producto de una profunda reforma realizada en la segunda mitad del siglo XVIII. Su interior presenta una sola nave, cubierta con bóveda semiesférica sobre la capilla mayor, donde se colocó el retablo mayor, de gusto rococó, que realizó en 1772 el antequerano Antonio Palomo. Por las mismas fechas, se construyó el llamativo camarín que albergaba la Virgen de Guía. Al exterior, y a los pies, se levanta una torre de tres cuerpos cubierta con un chapitel piramidal.
Convento de San Pedro
Siglo XVI. Actualmente lo ocupan las religiosas Carmelitas Descalzas.
La iglesia de San Pedro fue fundada por Don Pedro Téllez Girón para que fuese lugar de enterramiento de sus criados, según cuenta la tradición. Ya fallecido el IV Conde de Ureña, vendrían a ella las religiosas Carmelitas Descalzas que hoy la ocupan.
Las monjas carmelitas ya estaban en Osuna antes de la fundación de este convento, pues ocupaban un convento que existió cerca de la Iglesia de San Juan de Dios, bajo la advocación de Santa Isabel, fundado por Isabel Méndez de Sotomayor. En 1564, deciden trasladar el convento y abandonar la zona intramuros, por el abandono e incomodidad que suponía el emplazamiento. Desde 1575 se encuentran en su nuevo monasterio, en la Plaza de San Pedro.
Es interesante saber que fue la primera fundación del I Duque de Osuna (hijo de Don Juan Téllez Girón), fundación que realizó junto con su madre Doña María de la Cueva.
Su estructura responde al modelo conventual de una sola nave cubierta con bóveda de cañón con lunetas, mientras que la capilla mayor se cubre con bóveda de aristas.
A través del torno que se ubica en la calle Cristo nº19, es posible adquirir repostería conventual como bizcochos y magdalenas.