Edificios singulares

Casino de Osuna

Con más de 160 años de vida, el Casino abre sus puertas a todo aquel visitante que quiera descansar en sus maravillosos y curiosos salones. 

El Casino abrió a los socios sus puertas en 1848. Después se amplió y soportó a sus espaldas un teatro hoy propiedad del Ayuntamiento y en plena restauración. Es un edificio en que se reconoce cierto aire colonial. Tiene un patio central y cuadrado con columnas de fundición, con dos plantas y una galería circunvalándolo con barandas metálicas y cubierto con una montera; tiene zócalos de azulejo y un ventilador que cuelga en el eje del patio, sobre una mesa redonda que lo transforma en una sala de estar. Todo el Casino es hoy una sala de estar, un lugar para el sosiego y la permanencia, una memoria de los casinos decimonónicos inventados para la representación y la fiesta. Hay salones de baile, escaleras de mármol, comedores vacíos, salas de juego y reuniones, estancias reservadas para los socios, una cafetería para desayunar o tapear y un salón abierto a la plaza.

Cilla de Cabildo Colegial

S.XVIII. Excelente fachada. Propiedad de la Iglesia. Cerrado al público. Construida por el arquitecto Antonio Ruiz Florindo, más parece un palacio cortesano que un edificio de carácter industrial, ya que fue edificada para granero donde iban a pagar los diezmos y primicias que antiguamente se pagaban a la Iglesia.

Su fachada se modula por medio de cinco grandes pilastras, decoradas con estrellas y labores de cable, presentando ventanas de movidos tejaroces flanqueadas por un grueso moldurón que une los vanos de las plantas alta y baja.

La portada aparece enmarcada por columnas compuestas sobre pedestales bulbosos y rematada por cornisa mixtilínea, sobre la que se representa la Giralda  con las Santas Justa y Rufina entre jarrones de azucenas. En el entablamento figura la inscripción: «Silla de la Santa Metropolitana Patriarcal Iglesia de Sevilla.Año de 1773».