Iglesias

Iglesia de Ntra. Sra. de Consolación

Perteneciente al siglo XVI y reformada en los S. XVII y XVIII. Originariamente perteneció a la Orden Tercera de San Francisco, siendo actualmente Parroquia.

La construcción de la iglesia fue realizada en el siglo XVI, observándose en ella reformas barrocas que se efectuaron en los siglos XVII y XVIII. Su interior es de tres naves separadas por pilares y cubiertas de cañón, mientras que la capilla mayor presenta una bóveda semiesférica que descansa sobre pechinas. En principio la iglesia se debió planear con un tramo más, como prueban las columnas semiocultas por el muro que cierra la iglesia por los pies.

En el presbiterio se levanta un retablo mayor, con columnas salomónicas, obra finalizada en 1702 por Pedro García de Acuña, realizado originariamente para el convento de El Calvario. La hornacina central flanqueada por estípites, elementos que se repiten en el ático. El retablo está presidido por una imagen de vestir de la Virgen de Consolación, patrona de la localidad y que sale en procesión el 8 de Septiembre.

En la nave izquierda, y a los pies, se sitúa la capilla sacramental, cuya bóveda se adorna con yeserías del XVII.

Iglesia de Ntra. Sra. de la Merced

Siglo XVII-XVIII. Actualmente es la Sede de la Escuela de Economía Social (FAECTA). Su Iglesia no tiene culto. Cerrado al público. 

La iglesia de la Merced, en su actual ubicación, se construyó en el año 1650, aunque sufrió una profunda remodelación en la segunda mitad del siglo XVIII. Los frailes llegaron a Osuna en 1609 y se instalaron inicialmente en la ermita de Santa Ana, localizada en las afueras de la ciudad. Tras dos intentos fallidos, en 1637, consiguieron erigir su nuevo monasterio en el espacio que hoy ocupa. Las noticias más concretas que de esta iglesia tenemos son del siglo XVIII, en el que se verificaron en ella importantes obras. Fue artífice de la costosa empresa el Vicario General de la Orden, Fray Miguel Ramón de San José, natural de Osuna. A él se debe la reconstrucción de la Iglesia, su magnífica portada de piedra, la erección de la torre, la solería de mármol de Génova del templo y sus retablos. Las obras se realizaron entre 1768 y 1775, bajo la dirección de Antonio Ruiz Florindo, que edificó también la casa del Cabildo Colegial en la Calle San Pedro. En las dependencias anejas a la iglesia habitaron los frailes hasta la exclaustración, acaecida en el siglo XIX. Más tarde, ya en el siglo XX, el recinto fue dedicado a hospital. La Iglesia es de una sola nave, con capillas a ambos lados. El retablo mayor, de 1716, obra de Francisco María de Ceiba, fue trasladado a la Capilla de los Marineros de Sevilla.

Al final de la nave, muy en alto, se alza el coro, cuyas celosías le prestan especial recato. Se encuentra instalado en él una buena sillería de madera con los escudos tallados de la Orden. La torre constituye una pieza excepcional en la ciudad monumental. Hecha de piedra y sillar, ágil y hermosamente labrada, su presencia es magnífica. La belleza de la torre se ve acrecentada al formar con la portada de la Iglesia un rincón de arte único.

Iglesia de Ntra. Sra. de la Victoria

S.XVI. Reformada en los siglos XVII y XVIII.

El interior de la iglesia es de una sola nave con capillas entre contrafuertes, cubierta con bóveda de cañón y decorada con yeserías de motivos serlianos. En el crucero se levanta una bóveda de media naranja que descansa sobre pechinas.Primitivamente fue la iglesia del Convento de los Mínimos de San Francisco de Paula, siendo actualmente Parroquia de Nuestra Señora de la Victoria. El edificio, que fue fundado en 1549, tuvo una primera ubicación en las afueras de la villa, en las Canteras, al final de la calle Cañada. Tras las conclusiones del Concilio de Trento, los conventos se mudan a los recintos urbanos, Los mínimos labran un nuevo edificio a comienzos del siglo XVII, que sufre importantes reformas en el XVIII. A los pies de la iglesia se halla una portada con arco de medio punto con una hornacina en la parte superior en la que se alberga una escultura de la Virgen de la Victoria que también preside el altar mayor (S.XVIII).  En el interior del templo encontramos obras maestras de la imaginería. La magnífica talla completa de la Virgen de los Dolores, que realizara el granadino José de Mora, Nuestro Padre Jesús Nazareno, obra atribuida al taller de los Roldán y la Virgen de las Angustias.

Iglesia de Ntra. Sra. del Rosario de Fátima

Construida a expensas del Ayuntamiento de Osuna para atender al nuevo barrio construido a mediados del siglo XX. Fue bendecida en 1953. Su advocación se debe al paso por Osuna de la Virgen de Fátima, dentro del recorrido que hizo por España la imagen procedente de Portugal, de donde proviene igualmente la figura que preside el altar mayor.

 Dispone de una sola nave con crucero, localizándose una galería a los pies, encima del soportal que da acceso al templo y sobre el que se levanta la espadaña con dos cuerpos de campanas. Originariamente, se construyó con tres vanos, de los cuales dos de ellos, los que se situaban en los extremos, se hallan actualmente cegados. Con esa actuación se rompe la inicial composición piramidal con la que se concibió la fachada.

Iglesia de San Agustín

S.XVI-XVII. Antiguo Convento Agustino.

Don Juan Téllez Girón, fue también el fundador del Convento de agustinos de Osuna. Su arquitectura es de las más interesantes, porque constituye en Osuna, el único y clarísimo ejemplo del tipo de iglesia de los jesuitas, hija de la Escuela que inició en Roma Vignola al construir la Iglesia de Gesú. La construcción de esta Iglesia se inició a finales del XVI, prolongándose las obras durante el siglo siguiente. La portada principal presenta un arco de medio punto entre columnas adosadas, rematándose con una hornacina. 

Su arquitectura es de las más interesantes, porque constituye en Osuna. La construcción de esta Iglesia se inició a finales del XVI, prolongándose las obras durante el siglo siguiente. La portada principal presenta un arco de medio punto entre columnas adosadas, rematándose con una hornacina.

Iglesia de San Carlos El Real

S.XVII. Antiguo Convento Jesuita. 

Los jesuitas vinieron a la ciudad en el año 1612, instalándose inicialmente en las dependencias del antiguo Hospital de la Encarnación. En poco tiempo, adquieren los inmuebles necesarios para la construcción de su nueva iglesia entre las calles de Maese Diego, Hornillos y Sevilla, en 1615. Tres años más tarde, siguiendo las trazas realizadas por Pedro Sánchez, da comienzo la obra del convento de la Compañía, que se verá transformado por distintas intervenciones en el siglo XVIII. Los jesuitas fueron exclaustrados por una Pragmática Real dictada en 1767. Cuando se marcharon el convento quedó abandonado y la iglesia, si bien no se perdió, fue despojada de sus obras de mayor interés, encontrándose su retablo mayor en la parroquia de El Saucejo. Todo en conjunto pasó a ser propiedad del Estado –de ahí el sobrenombre de Real- y fue cedido a la Sociedad Económica de Amigos del País de Osuna y, tras su disolución, al Ayuntamiento. Fue empleado como Escuelas de enseñanza primaria y, desde 1989, alberga la Casa de la Cultura. Su portada dieciochesca no es externa, puesto que se halla en un vestíbulo que daba acceso también al antiguo colegio jesuita. Esta anómala situación vino provocada por el cierre e inclusión en el convento de una callejuela a la que se abría la portada principal. Está construida en mármoles policromos y adornada con estípites.

 El interior de la iglesia es de una sola nave, cubierta con bóveda de cañón. En el presbiterio se levanta un retablo barroco del último tercio del XVII, dorado en 1674, que procede del derruido convento de San Francisco. Figuran en él las imágenes de la Dolorosa, y de San Antonio de Padua, en las calles laterales, mientras que la central está ocupada por una escultura de San Carlos Borromeo, titular de la Iglesia.

Iglesia de Santa Catalina

S.XVI-XVII. Actualmente no ejerce culto. Cerrado al público.

El convento de dominicas de Santa Catalina Mártir, tuvo su fundación el día 8 de Mayo de 1558 a petición de Don Juan Téllez Girón, el cual muere al día siguiente. Muy horizontal, con la fachada prácticamente ciega. Cuenta con dos portadas, como era usual en los conventos de religiosas. La principal es de ladrillo, finalizada en 1664, y alberga en la hornacina que rompe el frontón una imagen de Santa Catalina junto a la rueda del martirio.

Su iglesia se construyó durante el siglo XVII, aunque la estructura fue transformada en el siglo XVIII. Su única nave se cubre con bóveda de cañón y la capilla mayor con bóveda semiesférica sobre pechinas. El retablo mayor es barroco, obra contratada con el tallista Juan Guerra en 1765. En él se despliegan las esculturas de San Miguel y la Imposición de la casulla a San Ildefonso, en las calles laterales y en el centro la de Santa Catalina. En el ático figuran esculturas de San Francisco y Santo Domingo enmarcando a un Crucificado. Los muros de la iglesia aparecen revestidos por seis retablos barrocos del XVIII. A los pies de la nave se dispone el coro, en el que destacaba su originalísima sillería. La sacristía de la iglesia, se encuentra frente a la puerta de la entrada y aparece revestida por un zócalo de azulejos del siglo XVIII, del mismo tipo que los del monasterio de la Encarnación, presentando escenas de montería y tauromaquia.

Iglesia Santa Clara

S.XVI. Actualmente no ejerce culto. Cerrado al público.

Este convento fue fundado por la esposa del IV Conde de Ureña, doña María de la Cueva.

La fecha de esta fundación es 1550, el convento se situó en un principio en la zona sur de la población, pero el sitio no parecía el más idóneo para las religiosas que en 1559, lo intercambian con el IV Conde de Ureña, por una huerta, sitio cerca, agua y caño que lindaba con las casas del propio monasterio, así como con los molinos de la cuadra y bodega y otras casas de vecinos, en la calle de la Huerta, bienes que fueron tasados en igualdad. La iglesia es de una sola nave con una capilla, la mayor; los altares se acogen a ambos muros laterales. Su retablo mayor es barroco y estuvo presidido por una buena talla de Santa Clara, que hoy se localiza en la Colegiata. También dejaron las clarisas un púlpito que es de los más pesados pero magnífica obra de detenida y policromada decoración.

Iglesia de Santo Domingo. Parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción

Siglo XVI. Reconstruida en los siglos XVII y XVIII. Restaurada a principios del siglo XXI. En 1531, el IV Conde de Ureña entrega la antigua ermita de San Sebastián y el hospital anejo a los frailes de la Orden de Predicadores para que fundaran su convento. Parece ser que el Conde hizo constar que la ermita no fuese demolida sino absorbida por la nueva Iglesia. Su erección definitiva fue el 7 de Marzo de 1547. Aunque se construyó en el siglo XVI, en los siglos XVII y XVIII se realizaron algunas reformas. 

Presenta dos fachadas. El interior es de una sola nave, cubierta con bóveda de cañón que sustituye a un artesonado mudéjar desaparecido. El presbiterio se levanta ligeramente por encima de la nave y está cubierto con bóveda de crucería. A ambos lados de la capilla mayor se abren sendas capillas laterales, cubiertas con cúpulas sobre pechinas.

El retablo mayor, compuesto por banco, dos cuerpos de cinco calles reparadas por columnas corintias y ático, fue contratado por Diego de Velasco y Jerónimo Hernández en 1582. Está presidido por una escultura de Santo Domingo penitente. Son de mucho interés los dos retablos con tablas de Antonio de Alfián, contratados en 1564. De ellos, el de la Virgen de Belén conserva la labor escultórica que realizara Lorenzo Meléndez. En el coro se conserva una sillería de 27 asientos con los respaldos decorados con relieves de Santos Dominicos, fechable en el siglo XVII. Al siglo XVIII corresponde el órgano. Además en la parte superior se puede visitar un museo de arte sacro con piezas de gran valor pertenecientes a la parroquia.

Insigne Iglesia Colegial

Fue fundada en el año 1535 por D. Juan Téllez Girón, IV Conde de Ureña, al conseguir una bula papal para que la que ya era Parroquia fuera al mismo tiempo Colegiata. El templo se construyó en el lugar que ocupó la Iglesia del Castillo, totalmente destruida por un incendio. El exterior del templo sorprende por su severidad, La iglesia está construida con el sillar extraído de las canteras de Osuna. En la fachada principal cuatro contrafuertes cuadrangulares se alzan como elementos principales de su bella portada. En el lateral izquierdo, se levanta la torre, obra realizada a partir de 1914, y que aún se encuentra inacabada.

Tres puertas dan acceso a la Colegiata. Existen otras dos que se encuentran cegadas desde el siglo XVIII, las coincidentes con los pies de las naves laterales. La Puerta de la Cuesta, se abre frente al Monasterio de la Encarnación y permite la entrada directa a la nave del Evangelio. La que comunica con la nave de la Epístola es la llamada Puerta del Sol.

Se puede acceder al interior de la Colegiata a través del pequeño Patio del Panteón de los Duques de Osuna o Santo Sepulcro, que fue construido entre 1544 y 1555, y que es una de las muestras más bellas del Renacimiento español. Sobre columnas de piedra están labrados dos claustros, cuyos arcos escarzanos se apoyan en grandes ábacos decorados con grutescos. En el piso bajo, los arcos aparecen separados por pilastras jónicas de inspiración plateresca. En los paramentos se conservan pinturas del siglo XVI, con la Santa Cena como motivo central, cuya restauración está prevista para su realización. Pasado el patio, se accede a la Sacristía del Panteón, pequeño recinto elegantemente realizado con decoración plateresca y cubierto con un artesonado policromado en verde y oro. De la sacristía se accede a la Capilla de la Virgen de la Granada, obra atribuida a Guillén Ferrant, pieza excepcional del siglo XVI.

Los Panteones están construidos debajo de la Colegiata y de la Capilla del Santo Sepulcro. Constan de varias salas o capillas, llamadas de San Marcos, Nuestra Señora del Reposo o Belén, Galería y Capilla del Calvario o De Profundis. A través de una magnífica portada de estilo plateresco pasamos del Panteón a la Iglesia Colegiata. Lo primero que vemos es la Capilla de la Inmaculada, cuyo principal ornato es un altar del Cristo de la Misericordia, que alberga una magnífica talla de Cristo en la Cruz, obra de Juan de Mesa, realizada en 1623. El retablo que preside la capilla está dedicado a la Inmaculada Concepción.

De la Capilla de la Inmaculada se accede al interior de la iglesia, que es de planta rectangular con tres naves y nueve capillas, Mayor, Sagrario, Virgen de la Antigua, Ánimas, San Pedro, Virgen de los Reyes, Bautismal y de Santa Ana. Contienen magníficos retablos, imágenes y cuadros de destacados artistas. Se accede al Museo a través de una puerta, también de estilo plateresco, realizada a mediados del siglo XVI. Sus dependencias son la antigua sacristía y las salas que tenían adjuntas. Conserva en el interior de sus cuatro salas obras de gran relevancia, como cuadros y ornamentos realizados por importantes artistas de los siglos XVI al XIX. Entre los cuadros destacan San Jerónimo y el Ángel del Juicio, Martirio de San Sebastián y Martirio de San Bartolomé, todos ellos realizados por José de Ribera «El Españoleto» en el siglo XVII.