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La Necrópolis

TIPOLOGÍA DEL SENDERO DENOMINACIÓN TIEMPO DISTANCIA
SL-A 161 NECRÓPOLIS 1h y 40min 6 km

El sendero comienza en la intersección de la Cañada Real de Marchena a Estepa con la Vereda de Santa Mónica. Estas Vías Pecuarias se corresponden con las antiguas vías principales del Foro de la antigua ciudad romana de Urso, que geográficamente suponía la intersección de la vía norte-sur con la que procedía del este-oeste. De esta época, aún podemos apreciar sobre el terreno los restos de la popularmente conocida como “La Pileta”, y no demasiado lejos de este punto, se encuentre el teatro romano de la antigua Colonia Genitiva Iulia.

Continuando por el sendero habremos tomado dirección este para acercarnos a la necrópolis enclavada en los aledaños de la principal vía de entrada oriental de la ciudad. Ésta está situada sobre un paso abierto en la colina de “La Quinta”, una de las tres atalayas naturales que protegían la meseta de la antigua ciudad.

Una vez disfrutado de la presencia de los estupendos restos de la necrópolis, llegaremos a un cruce donde podremos elegir entre dos opciones que conducen al mismo sitio al ser este sendero circular. Así, si decidimos seguir por la izquierda, seguiremos por la Cañada Real de Marchena a Estepa, que aún hoy constituye la principal Vía Pecuaria que atraviesa de Oeste a Este nuestro término municipal hasta atravesar el Río Blanco. Si elegimos el camino de la derecha, tomaremos la Cañada Real de Granada que termina en la zona conocida como del área de servicios de Río Blanco, para penetrar en el vecino municipio de Aguadulce.

En cualquier caso, el sendero termina mucho antes al quedar unidas estas dos vías pecuarias por el denominado camino de los Carros, que permite cerrar este sendero mediante un circuito. Éste se adentra por la colina de la ciudad antigua de nuestro municipio hasta llegar a los terrenos agrícolas de la campiña, donde se puede observar entre olivares y cereales una gran cantidad de ejemplares de cernícalos, que han hecho de esta zona histórica su hábitat principal.

Necrópolis de Osuna

Continuando por la Cañada Real de Marchena a Estepa, se accede a esta necrópolis. Es muy probable que este camino se haya perpetuado desde época romana, puesto que era costumbre localizar los cementerios en las vías de acceso a las ciudades.

Algunos investigadores han remontado hipotéticamente su origen en el Calcolítico, pero las evidencias más claras son ya de época romana. Finalmente, el tope cronológico superior de los últimos enterramientos parece corresponder a época visigoda.

La primera referencia documental que se posee de esta necrópolis data de 1596. Desde entonces fue objeto de comentario de diversos autores locales, hasta que en 1784 se realizan las primeras excavaciones arqueológicas sistemáticas llevadas a cabo en Osuna, siendo sufragados los gastos por la Corona. Posteriormente, la necrópolis ha sido objeto de nuevas excavaciones, realizándose las más recientes durante los años 80.

Lo que hoy apreciamos debe ser tan solo una parte del gran conjunto de la necrópolis, que no estaba compuesto únicamente por enterramientos en cuevas, aunque si estos son los más característicos. Se trata de cuevas artificiales que aprovechan lo relativamente dúctil del sustrato rocoso en el que se tallan. Aunque hay constancia de la presencia de incineraciones, en ella predominan las inhumaciones.